Los discursos parlamentarios de Práxedes Mateo-Sagasta

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1551
Legislatura: 1893-1894 (Cortes de 1893 a 1895)
Sesión: 6 de julio de 1894
Cámara: Congreso de los Diputados
Discurso / Réplica: Réplica
Número y páginas del Diario de Sesiones: 173, 5542-5543
Tema: Situación del proyecto de ley presentado por el Gobierno, relativo a la autorización para celebrar durante el interregno parlamentario modus vivendi o conciertos comerciales provisionales

El Sr. Presidente del CONSEJO DE MINISTROS (Sagasta): Pido la palabra.

El Sr. PRESIDENTE: La tiene V. S.

El Sr. Presidente del CONSEJO DE MINISTROS (Sagasta): El Sr. Barrio y Mier sabe, y lo saben todos los demás Sres. Diputados, la situación que tienen hoy las cosas en punto a nuestras relaciones comerciales con Alemania; saben que el embajador de Alemania, en nombre de su Gobierno, ha hecho saber al Gobierno español que si el tratado hispano-alemán no se aprueba durante esta reunión de Cortes, el Gobierno alemán retirará el tratado y dará por rotas las relaciones comerciales.

Yo creo que si la Comisión del Senado diera dictamen, por lo menos si se pusiera en curso la discusión del dictamen, el Gobierno alemán cedería un poco de la actitud en que está colocado porque tanto perjudica a los intereses de Alemania como perjudica a los intereses de España la ruptura de las relaciones comerciales entre ambos países. Pero, por si esto no sucede, por si la actitud en que se presenta el Gobierno alemán continúa, es conveniente que el Gobierno esté armado de ciertas facultades, a fin de poder evitar los daños que la ruptura de relaciones entre Alemania y España puede producir a muchas industrias de nuestro país.

Este es el objeto del proyecto de ley que he tenido el honor de leer a la Cámara. Si se presenta el dictamen de la Comisión y se aprueba, realmente no habrá necesidad de aplicar el proyecto de ley que acabo de leer, más que para negociar con algún otro país; pero si no sucede así, siempre será una base de negociación, y creo que podremos evitar la ruptura de relaciones entre España y Alemania, que tantos perjuicios causa a muchas industrias de nuestro país. [5542]

Yo no sé si esta contestación satisfará o no al señor Bario y Mier; pero si no le satisface, pida las explicaciones que tenga por conveniente, que yo, en cuanto pueda, estoy dispuesto a dárselas.

El Sr. BARRIO Y MIER: Pido la palabra para rectificar

El Sr. PRESIDENTE: La tiene V. S.

EL Sr. BARRIO Y MIER: Ante todo, doy las gracias por su cortesía al Sr. Presidente del Consejo de Ministros.

Cumplido este primordial deber, he de decir que de sus palabras, que me han parecido suficientemente claras, deduzco que lo que con ese proyecto se pretende es un nuevo aplazamiento para la aprobación del tratado con Alemania; y como esta minoría entiende que ese tratado perjudica a los intereses económicos del país, que causa irreparables perjuicios a la mayoría de nuestras industrias y que no favorece los intereses españoles, sino los intereses alemanes, no puede esta minoría conformarse con la actitud en que al parecer se va a colocar el Gobierno en esas negociaciones, y se opondrá resueltamente a la aprobación de ese proyecto de ley.

El Sr. Presidente del CONSEJO DE MINISTROS (Sagasta): Pido la palabra.

El Sr. PRESIDENTE: La tiene S. S.

El Sr. Presidente del CONSEJO DE MINISTROS (Sagasta): Yo siento la actitud en que se colocan el Sr. Barrio y Mier y sus amigos, porque este proyecto de ley no tiene nada que ver con el tratado hispano-alemán. Después de todo, si Alemania retira el tratado, claro es que no volverá a aparecer; podría luego concertarse otro; pero lo que es el presentado a la aprobación de las Cortes, desaparece; y si desapareced, ¿qué tiene que ver este proyecto de ley con el aplazamiento para la aprobación de ese tratado? Yo desearía, pues, que el Sr. Barrio y Mier se persuadiera de que este proyecto no tiene la trascendencia que S.S. ha creído ver.

Supongamos que ya no existe el tratado con Alemania y que Alemania ha roto sus relaciones comerciales con España; pues este proyecto de ley servirá para ver el modo de compensar o remediar los perjuicios que por virtud de esa ruptura de relaciones sufrirán varias industrias nacionales, de suerte que este proyecto de ley podrá beneficiar a algunas industrias perjudicas por la ruptura de relaciones comerciales con Alemania, pero no puede perjudicar a ninguna? (El Sr. Conde de Casasola: Sí, porque cambiando el régimen arancelario se perjudica a la gran mayoría de las producciones españolas.) Pero en ese caso estarán ya perjudicadas porque en este proyecto de ley no se establece nada nuevo. (El Sr. Conde de Casasola: Se establece la cláusula de Nación más favorecida, inserta en los tratados celebrados con Bélgica y Rusia.)

¡Ah, Sr. Conde de Casasola! Tenga S. S. entendido que aquí se habla mucho en contra del trato de la Nación más favorecida; pero no hay ninguna Nación en Europa ni en América que quiera someterse al trato diferencial. (El Sr. Conde de Casasola: Son dos cosas distintas.) No hay remedio: no se resigna Francia, por ejemplo, a que se den a Inglaterra más ventajas que a ella; no se resigna Alemania a que se den más ventajas a Inglaterra y Francia; como nosotros mismos no podemos resignarnos a que Alemania, Austria o cualquier país con quien estemos en relaciones comerciales conceda a otros países más ventajas que a España.

De suerte que lo que se da a unas Naciones hay que darlo a otras; y yo puedo decir a SS. SS. que las ventajas que hemos dado nosotros a otras Naciones hasta ahora no han perjudicado a la Nación española. Háganse SS. SS. cargo de esto: el mal, si existe, que yo creo que no existe, está ya hecho, y el presente proyecto no puede venir a aumentarlo; pero en cambio puede traernos beneficios y compensaciones.

Por lo demás, yo tengo que hacer notar que ahora, por el estado en que se hallan nuestras relaciones comerciales con Alemania, estamos experimentando un perjuicio positivo, real, evidente; de suerte que por temor a perjuicios imaginarios, porque yo no creo que nos resultaría ninguno de la aprobación del tratado; por terror a esos perjuicios hipotéticos, estamos sufriendo en varias de nuestras industrias un perjuicio real, positivo y del momento. Pues vamos, por de pronto, a remediar estos perjuicios reales y positivos, y veremos de evitar los otros perjuicios imaginarios que algunos ven.

No, Sr. Barrio y Mier; S. S. no tiene razón para oponerse a este proyecto de ley, que no aumenta los males actuales, y que puede evitar muchos perjuicios. Esto es lo cierto; si se convence el Sr. Barrio y Mier, yo me alegraré, porque vamos a remediar muchos males que estamos ya experimentando; si no, lo sentiré; pero allá S. S. obrara en su conciencia como crea que conviene a los intereses del país, y en esta parte, claro está que S. S. ha de ser guiado por los mismos propósitos que guían al Gobierno, que es el propósito de hacer el mayor bien al país. En esta cuestión, o S. S. o el Gobierno se equivoca, yo no sé cuál de los dos; pero de seguro es S. S., porque este proyecto no viene a crear nuevos males, sino a remediar otros que estamos ya experimentando.



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